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Etiqueta: chistes de parejas

Amor de parejas

Amor de parejas

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Una pareja estaba haciendo sus compras para el hogar.
De repente la esposa se da cuenta que su esposo no está.

La señora se enfurece y llama a su esposo al celular:
– ¿Dónde te metiste pedazo de viejo infeliz desgraciado?

Él le contesta:
– Mi amor… ¿te acuerdas de la joyería en la que viste
el collar de perlas y el reloj de los cuales te enamoraste?

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El puzzle

El puzzle

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El novio llama desesperado a su novia:

Cariño, estoy desesperado, he comprado un puzzle, y no encuentro la manera de encajar ni una sola pieza.

Novia – Pero ¿tienes la foto o el dibujo del puzzle en la caja?
Novio- Si, mi amor, es un gallo, pero no hay manera, estoy muy desanimado.

Novia -No te preocupes amor, que ahora voy.

Llega la novia, se sienta en la mesa…

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Las gafas

Las gafas

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Un amigo mío se fue a Madrid en viaje de trabajo. Sabiendo que su novia necesitaba unas gafas para la vista y, encontrando la ocasión de  comprarle unas muy bonitas, y baratas, entró en una óptica. Después de ver unas cuantas, se decidió por unas y se las compró… La dependienta se las envolvió y pagó la cuenta pero, al marcharse, en lugar de coger el paquete con las gafas, cogió otro muy parecido que había al lado.. El paquete contenía unas bragas que una clienta de la óptica acababa de comprarse en una corsetería.  Mi amigo, que no se dio cuenta de la equivocación, se fue directamente a correos y le envió el paquete a su novia, junto con una carta.

La novia, al recibirlo, se quedó extrañadísima con el contenido así que, abrió la carta y la leyó:

“Querida Marta:

Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo con las otras que tenías y éstas son cosas que se deben cambiar de vez en cuando.

Espero haber acertado con el modelo. La dependienta me dijo que era la última moda, de hecho me enseñó las suyas y eran iguales. Yo, para comprobar si eran ligeras, las cogí y me las probé allí mismo. No sabes cómo se rió la dependienta, porque esos modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosos y más a mí, que sabes que tengo unos rasgos muy prominentes.  Una chica que había allí me ayudó también a decidir. Me las pidió, se quitó las suyas y se las puso para que yo pudiera ver el efecto.  A esta chica le lucían menos que a la dependienta, porque el pelo se las tapaba un poco por los lados, pero aún así, me pareció que le favorecían muchísimo.

Finalmente me decidí y te las compré. Póntelas y se las enseñas a tus padres, hermanos y, en fin, a todo el mundo, a ver qué dicen. Al principio te sentirás rara… acostumbrada a ir con las viejas, y últimamente a no llevar ninguna… pero sobre todo, mira que no te estén pequeñas, si no te van a dejar señal cuando te las quites. Ah, y ten cuidado también de que no te estén grandes, no sea que se te caigan cuando vayas andando.  Para que te sean útiles y resulten más bonitas, me han aconsejado que las  limpies muy a menudo.  Igualmente me recomendaron que tengas cuidado con los roces porque se acaban estropeando. Llévalas con cuidado y, sobre todo, no vayas a dejártelas por ahí y las pierdas, que tú tienes la costumbre de quitártelas y llevarlas  en la mano. En fin, para que te voy a decir más. Estoy deseando vértelas puestas. Creo que este es el mejor regalo que podía hacerte.

Un beso… Manuel.»

Carta a un soldado

Carta a un soldado

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Un soldado español destinado en Irak recibe una carta de su novia desde España. La carta decía lo siguiente:

Querido Luís: ya no puedo continuar con esta relación. La distancia que nos separa es demasiado grande, tengo que admitir que te he sido infiel dos veces desde que te fuiste y creo que ni tu ni yo nos merecemos esto, lo siento. Por favor devuélveme la foto que te envié. Con amor, María.
El soldado, muy herido, le pidió a todos sus compañeros que le regalaran fotos de sus novias, hermanas, amigas, tías, primas, etc. Junto con la foto de María incluyó todas esas fotos que había recolectado de sus amigos. Había 57 fotos en el sobre y una nota que decía:
Querida María: perdóname, pero no puedo recordar quien eres. Por favor, busca tu foto en el paquete y me devuelves el resto.

Moraleja: Aún derrotado… hay que SABER VENCER AL ENEMIGO.
(Gracias Antonio)

Un chiste muy fino y delicado

Un chiste muy fino y delicado

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Una mujer muy enamorada le manda un mensaje cariñoso a su amado, diciéndole:

Mi amor, si estás durmiendo, mándame tus sueños…
Si estás riendo, mándame tu sonrisa…
Si estás llorando, mándame tus lágrimas…
¡Te amo!

A lo que el hombre responde…

Mi amor…, ¡estoy cagando!

(Gracias Picche)