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Etiqueta: chistes de feos

Esta vez no

Esta vez no

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Había una pareja de mediana edad que tenían dos hermosas hijas adolescentes.
La pareja decide intentar una última vez por el hijo varón que siempre quisieron.

Después de intentarlo por meses la esposa finalmente quedó embarazada y dio a luz un saludable varoncito 9 meses más tarde
El jubiloso padre corrió a la clínica a conocer a su nuevo hijo. Al mirarlo se horrorizó

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La fea

La fea

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Era una muchacha tan, pero tan fea
que no había forma de conseguir un novio.
Entonces decide pedir ayuda a una vidente, quien le
dice: Hija mía, en esta vida realmente no tendrás mucha suerte con el amor.
Sin embargo, en la próxima vida la belleza física vendrá contigo y los hombres caerán vencidos a tus pies por «docenas».
La muchacha salió de allí bien contenta, pensando en su futuro. Mientras caminaba vió un puente en la autopista y se le ocurrió tirarse al vacío. Cuanto antes acabara con su vida, antes comenzaría la próxima.
Cerró los ojos y se lanzó del puente, con tan mala suerte que cayó arriba de un camión de plátanos que pasaba por debajo y el golpe la desmayó.
Al rato despierta atontada, aún sin abrir los ojos y creyendo que estaba en la otra vida.
Empezó a tocar y sólo palpó plátanos por todos lados; con una sonrisa en los labios exclamó:
Calma, calma, muchachos… ¡DE UNO EN UNO

(gracias Picche)

La fea

La fea

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Era una muchacha tan, pero tan fea que no había forma de conseguir un novio.

Entonces decide pedir ayuda a una vidente, quien le
dice: Hija mía, en esta vida realmente no tendrás mucha suerte con el amor.
Sin embargo, en la próxima vida la belleza física vendrá contigo y los hombres caerán
vencidos a tus pies por «docenas».
La muchacha salió de allí bien contenta, pensando en su futuro. Mientras
caminaba vió un puente en la autopista y se le
ocurrió tirarse al vacío. Mientras más pronto acabara con su vida, más pronto comenzaría la próxima.
Cerró los ojos y se lanzó del puente, con tan mala suerte que cayó arriba de un camión de plátanos que pasaba por debajo y el golpe la desmayó.
Al rato despierta atontada, aún sin abrir los ojos y creyendo que estaba en la otra vida.
Empezó a tocar y sólo palpó plátanos por todos lados; con una sonrisa en los labios exclamó:
Calma, calma, muchachos… ¡DE UNO EN UNO

(Gracias L@dy)