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Etiqueta: alumnos

Dormirse en clase

Dormirse en clase

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Cierto día, a mitad de una clase, un maestro de literatura se quedó profundamente dormido detrás de su escritorio. Cuando despertó, queriendo disculparse,
les dijo muy serio a los alumnos:
Me remonte en sueños al tiempo de Don Quijote de la Mancha y le pedí
consejo sobre los mejores libros de caballería.
Al otro día, uno de los muchachos se acomodó en su pupitre y lo venció el sueño.

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Cortar flores

Cortar flores

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La maestra a los niños:
-Niños,esta tarde viene el coordinador.Cuando alguno de vosotros quiera ir al baño,me decis que quereis ir a cortar flores.

A la tarde,
el coordinador llega…
Juanita = Señorita¿puedo ir a cortar flores?
Pedrito =Señorita¿puedo ir a cortar flores?
Jaimito=Señorita,¿me presta papel para limpiar el florero?
(Gracias Angel)

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Profesor pasando lista

Profesor pasando lista

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Un profesor pasando lista:

Carlos Martínez
¡Presente!
Raúl Lozano
¡Presente!
Pablo Ríos
¡Presente!
Juan Botones
¡Se me caen los pantalones!
Al día siguiente vuelve a pasar lista
Pablo Ríos
¡Presente!
Juan Botones
¡Se me caen los pantalones!
Y bueno, el profesor enojado piensa que no puede ser, que ese niño todos los días haga lo mismo.
Entonces al día siguiente vuelve a pasar la lista.
Pablo Ríos
¡Presente!
Botones Juan
¡Se me caen igual!
(Gracias Tomás Dorán)

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Alumnos

Alumnos

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Entran Jaimito y otro chico al aula, y la maestra le dice a uno de ellos:
Alumno, ¿por qué llegó tarde?
Es que estaba soñando que viajaba por todas partes, conocí tantos países, y me desperté un poco tarde.
¿Y usted, Jaimito?
¡Yo fui al aeropuerto a recibirlo!

(Gracias M G H)

Pedagogía pura

Pedagogía pura

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En la escuela secundaria de un pueblo cercano, el año pasado, las alumnas habían adquirido la mala costumbre de besar los espejos para imprimirlos con las marcas de sus lápiz de labios.

Todas las mañanas, los espejos de los baños de las mujeres amanecían llenos de «besos» colorados.

La directora publicó entonces un «comunicado», pidiendo «por favor» a todas las alumnas que se abstuvieran de imprimir besos en los espejos «porque recargaba el trabajo del personal de limpieza».

La explicación del motivo no sirvió de nada, lo mismo que la civilizada
solicitud, ya que los espejos siguieron apareciendo llenos de marcas de
pintura de labios.

Al final, la directora juntó a la mayor cantidad de alumnas que pudieron
entrar al mismo tiempo en el baño de mujeres, y les explicó que quería
mostrarles lo difícil que era para el personal de limpieza eliminar esas
marcas todos los días.

Ya reunidas en ese lugar, le pidió a la señora de la limpieza que
procediera con la tarea.
La mujer cumplió enseguida: tomó un trapo seco, lo mojó varias veces en un inodoro, lo escurrió y procedió a sacar las marcas una por una. Cada tanto volvió a mojar el trapo en otro inodoro, lo retorció y siguió limpiando, hasta que todos los espejos quedaron brillantes…

Nunca más aparecieron marcas de labios en los espejos…

MORALEJA:

Maestros hay muchos.
Educadores, no tantos…

(Gracias Trini)