Navegando por
Autor: Anita Dinamita

Familia de catalanes

Familia de catalanes

Share

Estaba una familia de catalanes reunida ante el féretro del
padre recién fallecido.

El hijo menor dice:
– Ahora tendremos que hacer realidad la última voluntad de papá: ser enterrado con un millón de euros en el ataúd.

El hijo mediano añade:
– Sí, bueno… pero en realidad sólo
pondremos 750.000 euros, porque hay que descontar el 25% de IRPF.

El hijo mayor apostilla: –
-También tendremos que deducir el 18% de IVA……

La viuda tercia en la conversación de forma resolutiva.
– ¡Basta ya!
Vuestro padre no merece estos regateos. Se le enterrará con la
tarjeta de crédito…. y que él gaste cuanto quiera.
(Gracias Juan Miguel)

Leer más Leer más

Profesor pasando lista

Profesor pasando lista

Share

Un profesor pasando lista:

Carlos Martínez
¡Presente!
Raúl Lozano
¡Presente!
Pablo Ríos
¡Presente!
Juan Botones
¡Se me caen los pantalones!
Al día siguiente vuelve a pasar lista
Pablo Ríos
¡Presente!
Juan Botones
¡Se me caen los pantalones!
Y bueno, el profesor enojado piensa que no puede ser, que ese niño todos los días haga lo mismo.
Entonces al día siguiente vuelve a pasar la lista.
Pablo Ríos
¡Presente!
Botones Juan
¡Se me caen igual!
(Gracias Tomás Dorán)

Leer más Leer más

El italiano

El italiano

Share

El italiano en el hospital esperando a que la mujer dé a luz.

Sale el médico y dice:
– Han sido quintillizos.
– Es que… ¡ tengo un cañon ! -dice el hombre orgulloso.
– A ver si lo limpia entonces, porque han salido negros.
(Gracias Picche)

Leer más Leer más

Sordera

Sordera

Share

Dos ancianos, hablando sobre el envejecimiento, y uno le dice al otro:


La peor parte se la llevan nuestras mujeres, y además ellas se niegan a
admitir que envejecen y tratan siempre de esconder sus achaques.

– Tienes mucha razón, pero he encontrado un buen truco para hacerles ver
sus discapacidades a través de un sencillo juego:

Así, si quieres saber si tu mujer empieza a quedarse sorda, colócate
a 10 metros de ella y hazle una pregunta. Después, cuando veas que no te
responde, acércate a 5 metros. Después a 2 metros, y después a 1 metro.
Y entonces no le quedará más remedio que darse cuenta que está sorda.

El anciano encuentra que la idea es muy buena y cuando vuelve a casa se coloca a 10 metros de su mujer y le pregunta con voz fuerte: – Cariño, ¿qué hay de cena?
No recibe respuesta.

Entonces se acerca a 5 metros y le pregunta de nuevo: –

Cariño, ¿qué hay de cena? No recibe respuesta, por lo que se acerca a 2 metros y le pregunta: –

Cariño, ¿qué hay de cena? No recibe respuesta.

El tipo, totalmente asombrado, se aproxima a un metro y grita: –
Cariño, ¿qué hay de cena?
Su mujer se gira y le dice, con cara de exasperación: –

Te lo digo por cuarta vez, ¡¡¡sopa y croquetas!!!
(Gracias Juan Miguel)

Leer más Leer más